La Puerta de Alcalá es una de
las cinco antiguas puertas reales que daban acceso a la ciudad de Madrid.
Se encuentra situada en el centro de
la rotonda de la Plaza de la Independencia.
La puerta daba acceso a aquellos
viajeros que entraban antiguamente desde Francia, Aragón o Cataluña, y que pasando
por Alcalá de Henares, de ahí su nombre, llegaban a Madrid. En la actualidad es
una puerta monumental que se encuentra ubicada junto a la Fuente de Cibeles y
el Parque del Retiro.
Fue construida por mandato de Carlos
III en sustitución de otra puerta anterior que ya existía desde el siglo XVI.
El diseño y obra pertenece al arquitecto italiano Francesco Sabatini. Compitieron con Sabatini otros proyectos de
arquitectos españoles, como Ventura Rodríguez y José de Hermosilla, siendo finalmente
elegido personalmente por el Rey el diseño de Sabatini.
Se trata de una puerta de estilo neoclásico
y aspecto monumental similar a los Arcos de Triunfos romanos, se construyó en
el año 1778, dando su cara exterior a oriente. La puerta ha sido posteriormente
restaurada en cinco ocasiones en más de dos siglos de existencia, siendo la
última a finales del siglo XX. La originalidad de su fábrica consiste en ser el
primer arco de triunfo construido en Europa tras la caída del Imperio romano
siendo inspiración de otros como el Arco de Triunfo de Paris y la Puerta de
Brandeburgo en Berlín.
La puerta ya desde su ubicación
final fue adquiriendo desde finales del siglo XVIII relevancia en el pueblo
madrileño, y a finales del siglo XIX era ya uno de sus iconos más
característicos que aparece en numerosas ilustraciones de la ciudad. Al ser uno
de los monumentos más representativos, tiene la singularidad de ser diferentes
sus dos caras, más solemne la exterior que recibía a los visitantes y más
sencilla la interior de la ciudad.
La Puerta de Alcalá desarrolla su
arquitectura en tres cuerpos, los dos laterales a inferior altura que el
central. Entre sus tres cuerpos se reparten cinco vanos en total: tres con arco
de medio punto, con claves acabados en sus dovelas con mascarones con formas de
cabezas de león (lado oeste o interior) y sátiros (lado este o exterior), y dos
laterales con arcos adintelados decorados sobre ellos con sendos pares de
tarjetones con relieves de cornucopias cruzadas (lado oeste o interior) y
motivos florales en forma de guirnaldas (lado este o exterior). Estos vanos
centrales ya disponían, a los pocos años de su construcción, de rejas que se
cerraban al tráfico todos los días al atardecer. En la actualidad pueden
observarse los bujes sobre los que se soportaba y giraba este enrejado. Los
otros vanos exteriores están destinados al paso de peatones. En planta el
cuerpo central sobresale del de los costados.
La fachada exterior, aquella que
mira hacia el este, presenta diez columnas de granito de Segovia adosadas.
Todas ellas lisas y sin estrías. En la interior, la que mira hacia la ciudad,
se sustituyen las seis exteriores por pilastras y sólo dos pares junto al arco
central siguen siendo columnas. Todas ellas se apoyan sobre un zócalo. Los capiteles
son de estilo jónico y sobre ellos se apoya una cornisa. Son del mismo diseño
que hizo Miguel Ángel para la fábrica del Capitolio en Roma. Se hicieron traer
los modelos en la época para adaptarlos al diseño de la Puerta.
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